6 de marzo de 2018

El hombre y la máquina

Con el team diseño volvimos a la planta de Honda Argentina en Campana con la idea de hacer imágenes para una publicación. 
El objetivo era generar "algunas fotos buenas" (piel de gallina cuando me presionan así!) de una nueva tecnología que los japoneses están aplicando a las líneas de montaje.
Nos prometían que -tras una larga jornada de zapatos de seguridad y guardapolvos antiflama-, conoceríamos un nuevo dispositivo, modernísima tecnología disruptiva aplicada a la industria automotriz. Parece ser que la gente de Honda tenía, oculta bajo un impronunciable nombre japonés, una máquina que se movía sola.
Ver para creer, hacia allá fuimos. Más cargados de trípodes que de ilusiones.

Llegar a la planta. Aprenderse el protocolo de seguridad. Conseguir protección ocular. Caminar algunos kilómetros entre chispas y ruido ensordecedor. Llegar hasta la máquina que se mueve sola (nombre japonés acá).
-Es está, sí. Pero no anda.
-...
-Hoy estamos haciendo unas pruebas así que la movemos a mano.


Dedicarse a la fotografía es, un poco, abrazar la desilusión. 
Curtido en los desafíos de esta estimulante profesión, no digo nada y seteo mis flashes para lanzarme a la tarea de que "parezca" que se mueve sola (la fotografía y el teatro son a veces lo mismo).

Esto tampoco fue magia, sino photoshop.