Lo hicimos de nuevo con esta botella de Bombay Sapphire que me trajeron de Berlín (parece que allá en Alemania no abundan los lentes agudos y miserables).

Hasta ahí la foto. Y ahora que los he dejado boquiabiertos, les cuento que lo que parece un destello estroboscópico resaltando la etiqueta, es la luz reflejada en un plato de lata. Y la máquina de misterioso, evanescente humo azul.... es palosanto.

Va también una foto del backstage, para que quienes piensan que la fotografía es todo talento heredado y pura magia creativa, vean que también hay mucho de ingenio y cinta de empapelar.
Las fotos con la Canon 5D mkIII y un Samsung Galaxy S7