Lo hicimos de nuevo con esta botella de Bombay Sapphire que me trajeron de Berlín (parece que allá en Alemania no abundan los lentes agudos y miserables).
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhE20ojnxaXOvjk4EZh7UwO6mhn4W-2zLI8UrKOjseDwReZTHFhHn3kGofrFavMa-yWnU-FfKujtPGh1_vqMWjLugqqVQRwStOEn-oyHpDrOz5oul2G1vRSPYLQVY3Wpn9rFEo4Wz85E0c/s640/BRU_8123_ret_resize.jpg)
Hasta ahí la foto. Y ahora que los he dejado boquiabiertos, les cuento que lo que parece un destello estroboscópico resaltando la etiqueta, es la luz reflejada en un plato de lata. Y la máquina de misterioso, evanescente humo azul.... es palosanto.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdBP4AVqVIpbhDc_utGZeLEx3nJ5pu-Z3U1xj26qHcQdEO4RR3eCG_jUCYyTdo_3zackPLcSd33bSP1e81vpbvtZFQvtsIxJAO4MYob56op9RBnlhP8L0Jk3LDj6uEVFzKJq0BHHMi89s8/s400/20190706_174959.jpg)
Va también una foto del backstage, para que quienes piensan que la fotografía es todo talento heredado y pura magia creativa, vean que también hay mucho de ingenio y cinta de empapelar.
Las fotos con la Canon 5D mkIII y un Samsung Galaxy S7